domingo, 29 de junio de 2008

FACUNDO CABRAL

Esta es una bella reflexión que camina sola…déjenla correr, miren, escuchen y lean…Allí va para ustedes.
No estás deprimido, estás distraído. Distraído de la vida que te puebla, distraído de la vida que te rodea, delfines, bosques, mares, montañas. No caigas en lo que cayó tu hermano, que sufre por un ser humano, cuando en el mundo hay cinco mil seiscientos millones. Además, no es tan malo vivir solo.
Yo lo paso bien decidiendo a cada instante lo que quiero hacer y gracias a la soledad me conozco... algo fundamental para vivir. No caigas en lo que cayó tu padre, que se siente viejo porque tiene setenta años, olvidando que Moisés dirigía el Éxodo a los ochenta y Rubinstein interpretaba como nadie a Chopen a los noventa, sólo por citar dos casos conocidos.
No estás deprimido, estás distraído. Por eso crees que perdiste algo, lo que es imposible porque todo te fue dado. No hiciste ni in sólo pelo de tu cabeza, por lo tanto no puedes ser dueño de nada. Además la vida no te quita cosas...te alivia para que vueles más alto, para que alcances la plenitud. De la cuna a la tumba es una escuela; por eso lo que llamas problemas son lecciones. No perdiste a nadie. El que murió simplemente se nos adelantó porque para allá vamos todos. Además, lo mejor de él, el amor, sigue en tu corazón. No hay muerte, hay mudanza. Y del otro lado te espera gente maravillosa. Gandhi, Miguel Angel, Whitman, San Agustín, la Madre Teresa, tu abuelo y mi madre, que creía que la pobreza está más cerca del amor, porque el dinero nos distrae con demasiadas cosas y nos aleja porque nos hace desconfiados. Haz sólo lo que amas y serás feliz.
El que hace lo que ama está benditamente condenado al éxito, que llegará cuando deba llegar, porque lo que debe ser, será y llegará naturalmente. No hagas nada por obligación ni por compromiso sino por amor. Entonces habrá plenitud y en esa plenitud todo es posible y sin esfuerzo, porque te mueve la fuerza natural de la vida, la que me levantó cuando se cayó el avión con mi mujer y mi hija; la que me mantuvo vivo cuando los médicos me diagnosticaban tres o cuatro meses de vida.
Tienes un ser humano a cargo y eres tú mismo. A ti debes hacerte libre y feliz. Después podrás compartir con los demás. Reconcíliate contigo, ponte frente al espejo y piensa que esa criatura que estás viendo es obra de Dios y decide ahora mismo ser feliz porque la felicidad es una adquisición.
Dios no te prometió días sin dolor, risa sin tristeza, sol sin lluvia, pero él sí prometió fuerzas para cada día, consuelo para las lágrimas y luz para el camino.

Cuando la vida te presente mil razones para llorar, demuéstrale que tienes mil y una razones por las cuales sonreír.

sábado, 21 de junio de 2008

NECESITAMOS TESTIMONIOS

Estoy delante de mi viejo ordenador portátil con todas las letras para mí sola. Dispongo de un silencio sepulcral y a la vez ensordecedor. Rarezas de las mías me invitan a teclear con decisión la computadora porque siento una agradable y algo extraña sensación de paz interior.
Siempre pensé que disponer de un buen vocabulario es un privilegio y un placer; te permite expresar ideas y explicar algunos momentazos vividos. Creo tener la piel curtida y por eso no me quiero privar de decir que nada ni nadie me deja indiferente.
Mi madre me parió así y así me ha criado. Siento no parecerme a ella tanto como me gustaría; sé que queda mucho para eso, pero prometo hacer mis “pinitos” para conseguirlo. Eso sí, nada de demagogia con las teorías, nada de filosofías baratas, nada de hipocresías, nada de sentimentalismo...
Hay que tener argumentos para defender la verdad, expresar lo que uno es, lo que uno tiene, lo que uno vive. El corazón necesita elementos válidos que permitan compartir las experiencias. Por eso me acaban de venir a la cabeza dos palabras con las que quiero dialogar. Una se llama “coherencia” y la otra “testimonio”
El domingo pasado se celebró en Tarragona una fiesta por todo lo alto a propósito del año jubilar. Un año que nos va a servir para recapacitar en serio sobre el hecho de ser creyentes. Un año para paladear los sacramentos, la oración personal y la propia relación de tú a tú con Dios.
Mi buena amiga Mercè me ha inspirado este escrito. Mercé, ¿ya sabes que has dado en la diana del valor?. Creo haber entendido la lección en apariencia insignificante, que tú me acabas de dar hoy. De puntillas entraré en tu corazón, querida Mercè, para recoger algo de lo que puedes presumir con conocimiento de causa. Sí señor... así son las cosas y así se las hemos contado, diría un presentador de la tele...
Ser un buen “Testimonio” en los tiempos que corren y a todos los niveles no es cosa fácil y tú lo haces asequible Mercè. El ejemplo lo damos cuando hacemos agradable la vida familiar, cuando nos ponemos a tiro para servir, cuando sonreímos tanto si tenemos ganas como si no las tenemos. Podría seguir querida Mercè pero no lo haré.
Me gustaría sugerir a los “blogueros” que visitan esta página mía, que se mojen un poco y lean entre líneas. Compartiremos juntos una buena amistad. ¿Os parece bien?

domingo, 15 de junio de 2008

PABLO PICASSO

Acabo de descubrir que Picaso no sólo fue un pintor genial, sino que también supo transmitir muchos sentimientos con la palabra escrita. Es lo que tienen los genios; igual cogen el pincel y con cuatro trazos pintan una maravilla, que se atreven a llenar de palabras una hoja en blanco que seguramente les esperaba desde toda la Eternidad. ¿Cuestión de sensibilidad? seguro que sí, pero también es cuestión de talento. Todos somos únicos e irrepetibles. Tenemos el deber de saber cómo somos en realidad y qué somos capaces de dar; los talentos no se pueden ocultar. Cada uno con sus cualidades y sus defectos, con sus modos y sus maneras, con su estilo y su personalidad, debe dar lo que tiene y sobre todo debe dar lo que es. ¿Vamos a desperdiciar los dones que hemos recibido gratis? Es por eso que hoy he decidido trasladar aquí unos cuantos pensamientos del insigne maestro ¿Vosotros qué opináis al respecto?

Deja fuera todos los números no esenciales para tu supervivencia.
Eso incluye edad, peso y altura.
Que ello le preocupe al médico. Para eso se le paga.
Convive, de preferencia, con amigos alegres.
Los pesimistas no te convienen; continúa aprendiendo…
Aprende más, sobre ordenadores, artesanía, jardinería, cualquier cosa…
No dejes tu cerebro desocupado.
Una mente sin uso es una oficina del diablo.
Y el nombre del diablo es Alzheimer.
Ríe siempre, mucho y alto.
Ríe hasta desternillarte.
¡Incluso de ti!
Cuando lleguen las lágrimas: aguanta, sufre y sigue adelante.
Saluda cada día que amanece como una nueva oportunidad.
Haz aquello que aún no te atreviste a emprender.
Da la espalda a la rutina.
Prefiere nuevas rutas que volver a caminos mil veces hollados.
Apaga el gris de tu vida y enciende los colores que llevas dentro.
Abre tus sentidos para no perderte nada de lo bello y hermoso que te rodea
Contagia de alegría a tu entorno.
Intenta ver más allá de las fronteras personales en que te has ido recluyendo con el tiempo.
Pero recuerda: la única persona que te acompaña toda la vida eres tú mismo.
¡Mantente vivo en todo lo que hagas!
Rodéate de aquello que te gusta: ...familia, recuerdos, música, plantas, un hobby, sea lo que sea…
Tu hogar es tu refugio, pero no acabes encerrándote en él.
Tu mejor capital, la salud... ¡¡¡Aprovéchala...!!!
Si es buena no la malogres; si no lo es, no la estropees más
No sucumbas a la añoranza y sal a la calle.
Ve a una ciudad vecina, a un país extranjero, pero no viajes al pasado que duele.
Di a aquellos que amas que realmente los amas y en todas las oportunidades.
Y recuerda siempre que la vida no se mide por el número de veces que respiraste,
La vida se mide por los momentos que te palpitó fuerte el corazón...
...de tanto reír... de sorpresa… de éxtasis… de felicidad… y sobre todo de querer sin medida.

“Hay personas que transforman el sol en una simple mancha amarilla, pero hay también quienes hacen de una simple mancha amarilla el propio sol”

miércoles, 11 de junio de 2008

CUANDO ME AMÉ DE VERDAD

Tuve la suerte de ver una entrevista que le hicieron a Geraldine Chaplin. Me sorprendió su personalidad y cómo había curtido su piel durante largos años. Confieso que sus palabras consiguieron acaparar toda mi atención. Yo miraba la tele y a la vez estaba metida en mis cosas de novelista aficionada. No sé muy bien el porqué, pero de repente algo hizo que yo dejara lo que estaba haciendo y me centrara en la entrevista. La periodista le preguntó a Geraldine: ¿De qué siente nostalgia? La hija de Charlot se quedó unos segundos callada y con mirada profunda respondió: “siento nostalgia del futuro”.
A continuación, como si nada, se dedicó a hablar de su padre y de cómo su educación familiar le había llevado a ser la mujer que era en la actualidad. Explicó algunas anécdotas de su pasado y desveló para toda la audiencia que Charles Chaplin acostumbraba a levantarse al amanecer y serenamente se sentaba ante una hoja en blanco para que su talento diera de sí todo lo que debía dar. Dijo también que de su padre había aprendido a luchar, había aprendido a trabajar, había formado su carácter con rectitud y que su progenitor le había inculcado desde pequeña a ser coherente. Entendí entonces el porqué de su mirada, el porqué de aquellas arrugas, el porqué de tanta sonrisa y el porqué de una frase sorprendente.
Sentir nostalgia del futuro puede parecer una contradicción, pero gracias precisamente al pasado somos capaces de vivir nuestro presente con dignidad. ¿Era ese el secreto de ser la persona que parecía? No sé la respuesta que me daría la actriz, pero sí que sé la que doy yo, pues con voluntad humilde y tocando de pies al suelo, uno es feliz cuando comparte lo que tiene y da lo que es.
Por eso he sacado del baúl de mis recuerdos unas frases muy interesantes del genial y polifacético artista, el mismo personaje que en una de sus películas se atrevió a bailar con la bola del mundo. ¿Curiosa ironia? Yo más bien pienso que se trata de una lección magistral de humanidad. Me gustaría recibir muchos comentarios del texto que dejo aquí para los que visitáis mi blog. Un saludo a todos.

Nos abraza Charles Chaplin y nos dice...

Cuando me amé de verdad, comprendí que en cualquier circunstancia, yo estaba en el lugar correcto,
en la hora correcta, y en el momento exacto
Y, entonces, pude relajarme. Hoy sé que eso tiene nombre... Auto-estima.

Cuando me amé de verdad, pude percibir que mi angústia y mi sufrimiento emocional,
no es sino una señal de que voy contra mis propias verdades.
Hoy sé que eso es... Autenticidad.

Cuando me amé de verdad, dejé de desear que mi vida fuera diferente y comencé a ver que todo lo que acontece, contribuye a mi crecimiento.
Hoy sé que eso se llama... Madurez.

Cuando me amé de verdad, comencé a percibir como es ofensivo tratar de forzar alguna situación, o persona, solo para realizar aquello que deseo, aún sabiendo que no es el momento o la persona no está preparada... inclusive yo mismo.
Hoy sé que el nombre de eso és... Respeto.

Cuando me amé de verdad, comencé a librarme de todo lo que no fuese saludable...
personas, situaciones, todo y cualquier cosa que me empujara hacia abajo. De inicio, mi razón llamó esa actitud egoísmo.
Hoy sé que se llama... Amor Propio.

Cuando me amé de verdad, dejé de temer tener tiempo libre y desistí de hacer grandes planes, abandoné los mega-proyectos de futuro. Hoy hago lo que encuentro correcto, lo que me gusta, cuando quiero y a mi propio ritmo.
Hoy sé, que eso es... Simplicidad.

Cuando me amé de verdad, desistí de querer tener siempre la razón
y, con eso, erré mucho menos veces.
Hoy descubrí la... Humildad.

Cuando me amé de verdad, desisti de quedar reviviendo el pasado y de preocuparme con el Futuro.
Ahora, me mantengo en el presente, que es donde la vida acontece.
Y eso se llama... Plenitud.

Cuando me amé de verdad, percibí que mi mente puede atormentarme y decepcionarme.
Pero cuando yo la coloco al servicio de mí corazón, ella tiene una gran y valiosa aliada.
Todo eso es.... SABER VIVIR !

“ No debemos tener miedo de confrontarnos...
...hasta los planetas chocan y del caos nacen las estrellas. ”